sábado, 7 de febrero de 2009

des-centrarse

Ayer me di cuenta de que veo al mundo como una bola con muchas órbitas, así como los elementos de la tabla periódica, es decir, muchos "al rededores", y un centro bien bien marcado. Como si dijera que todo gira, gira, gira, se abstrae, y de repente, pum, hay algo en el centro, algo totalmente estático que, por un lado comparte cosas con todos, porque es el centro e irradia energía para todos lados pero en realidad no se identifica con nada ni con nadie, porque todo y todos son diferentes a él. Es todo pero al mismo tiempo es nada.
Posiblemente así me haya sentido yo todo este tiempo, en un no-lugar, en la no-identificación. Pero existirá ese centro realmente? Para mí que no existe, me doy cuenta de que es totalmente relativo, porque todoss somos diferentes entre sí y parecidos más a unos que a otros en determinados aspectos.
Lo que pasa es que hay que reconocerse, aceptarse, quererse y saberse cuidar. No querer ser uno distinto todo el tiempo. Para salirse de uno está el teatro, y el arte en general. Pero la vida está de este lado...

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