miércoles, 3 de diciembre de 2008

la vida

Qué buenos que son algunos re-encuentros ocasionales. De repente te cruzas con una persona a la que hace mucho que no ves, con la que compartiste algunas cosas y tuviste cierta afindad, y te das cuenta de que sus vidas actuales son totalmente distintas, sus intereses, sus prioridades. Y no te sorprende, porque te ponés a pensar y decís "claro, esta persona siempre fue así, era obvio que iba a terminar haciendo esto o aquello". De repente te ponés a pensar que eso que compartían ya no tiene el mismo valor (por diferentes motivos). Y uno también se pone melancólico (en el mejor de los casos) y piensa "wow! yo en la época que me llevaba con tal persona, vivía de esta manera, y pensaba de esta otra manera". Y uno se da cuenta cuán lejos está de eso y cuánto le importa volver a eso, o cuán feliz está de haber cambiado de punto de vista.
A mí me encanta encontrarme con gente e imaginarme cómo sería mi vida si siguiera siendo de la misma forma que de la que era antes.
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2 comentarios:

malegría dijo...

si viste? es zarpado,el otro día me junté con un amigo a charlar y pensé "soy mucho más sabia que antes"

bueno sí,convengamos que mi reflexión es creerme más sabia, pero todo era para decir que es verdad lo que decís, que uno cambia cambia cambia TODO CAMBIAAA
y nos ponemos hipis

buen no se tengo dos horas de dormida encima, muero en vida, estamos al habla cactus. mua!

Krol dijo...

cata, estas ahblando de mi?
jajaja
de quein te encontraste?