llanto con gritos de tragedia

Hay preguntas que no nos atrevemos a platearnos. Hay situaciones que no nos animos a enfrentar, ya que no nos sentimos preparados para poder hacerlo. Hay decisiones que uno debe tomar y que las posterga; resulta imprescindible hacerse cargo de ciertas situaciones, o de ciertas elecciones. Pero cuando uno no puede afrontar todo esto, deja los problemas a un lado, y los disfraza, los transforma, pone toda esa energía que está, que existe, en otro lugar. Pero llega un momento en que el humano hace síntoma, llega un momento en que no puede mentirse más, momento en el que pretende ir más allá de todo lo que ya conoce, porque no soporta el padecimiento de tanta cantidad de energía... que sólo lleva a la angustia.

Hoy observo cómo mi ser está convulsionado, las cosas se dan vuelta y se retuercen, me siento rara, me siento mal, tengo miedo, enfermo. Pero vislumbro que esta vez algo está pesando, algo está tratando de florecer, para quedarse y para atravesar el resto de los avatares, que son la vida misma, pero que ahora tomarán una forma totalmente distinta, y "normal".

Y para abrir el camino a esta transformación, voy a transcribir una pregunta planteada en la síntesis argumental de "Nuestros padres" (obra dirigida por la amadísima y el amadísimo, es decir, mis maestros de teatro): Qué vamos a hacer con lo que han hecho de nosotros? Para responderla hermosamente, con una gloriosa frase de Jean-Paul Sartre, que dice: "libertad es lo que haces con lo que te han hecho".

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