La muerte es el manifiesto de la existencia. Ella, sosegada por los ventanales se empezaron a sacudir, me dio en la cabeza y entendí tus mambos, tus formas, la vida, un punto ínfimo en el camino de los encuentros. Quizás no quiero verte en donde los luceros se expanden y el sexo, presente ambiguedad, abrazando la simbiosis del lenguaje animal. El huracán onírico calló, para que él pueda bailar y ella comerse la injusticia de la falta de respeto que amenaza a la razón. Tito, dejá esa porquería absurda. Atentos! Esto no es comestible, es terriblemente satánico, onda, golpeá la puerta, chabón. Si te dije que la vida es así: la vida es el arte del encuentro.
By: Larey, amiga poison y Cat
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