jueves, 30 de abril de 2009

mi vida a base de yuyos

en estos días en los que los mocos, el resfrío y la fiebre me invadían, pensaba qué tomar, que me hiciera bien y que no fuera un monstruoso remedio de esos que los médicos suelen aconsejar. por eso cuando me levanté sintiendome mal el pasado martes, dije "voy a tomar un té". y lo hice porque es natural y bueno para los enfermos, y no por mero placer, ya que nunca me gustó el té (salvo cuando iba a jardín que tomaba todas las tardes), siempre me pareció insulso y sin sentido. en mi casa sólo había dos opciones: té común, o té de boldo. elegí el de boldo, ya que pensé que podía tener propiedades más curativas que el otro. y no estuvo tan mal. la cuestión es que entonces estuve buscando diferentes tipos de té en una página de internet, que describía los desarreglos corporales u hormonales a los que respondía cada uno de ellos. fue así como dije "tengo que empezar a tomar té, a probar distintos tipos de té, a que el té me proporcione la felicidad". conclusión: ahora tengo...

-cedrón: ideal para el resfrío. tranquilizante.
-manzanilla: ayuda a la buena digestión y es ideal para resfríos, relajación del sistema nervioso y bueno contra alcoholismo y tabaquismo.
-caléndula: ideal para la anemia
-estragón: ideal para el desorden menstrual.
-naranjo: sedante. produce sensación de bienestar.
-salvia: bueno para la memoria y la concentración.
-palto: ideal para reducir la tos.

una buena manera de innovar. pruebo cosas nuevas, sanas y totalmente naturales que encima pueden ayudar a mi des-equilibrio natural. además, he conocido en té en hebras, cosa que nunca había visto, y que es un proceso totalmente distinto al de el té en saquitos.
en fin. toda una experiencia nueva.

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3 comentarios:

malegría dijo...

ay cata me diste tanta ternura y te imaginè entre moscos y rollitos de papel higiénico esparcidos por doquier tomando un té tras otro en tazas humeantes, de distintos sabores.
además que no concías el té en hebras... cómo es posible? creías que ya venía envasado desde la naturaleza? (jaja me hizo acordar a una anécdota de que al hijo del marido de mi mamá cuando tenía más o menos 12 años le hicimos creer que las empanadas venían de un árbol y que había especies para los distintos gustos jajajaj).
bueno mirá, como te quiero tanto te voy a invitar a tomar té al jardín japonés un día. cuando quieras arreglamos.
sos lo más de lo más
y yo también, claro

Trocamundos dijo...

No me gusta el té, nunca me gustó, pero reconozco todas las propiedades de las que vos hablás entonces me esfuerzo por tomarlo (prefiero el mate cocido para la soledad o compartir mates, lo cual no es recomendable cuando uno anda un poco apestado)
Me incentiva buscar tés aromáticos, con mezcla de sabores, te recomiendo los inti zen, son caros, pero un placer en todos los aspectos (ricos y con aromas alucinantes), si no, me gustan los de frutas, creo que son mis preferidos.
También me gustan especialmente los que te preparan cuando te sentís mal, con miel y limón, los de mi mamá solían ser los mejores, pero ahora hay un hombre que la está destronando...(en todos los aspectos)
Y es muy lindo guardarlos en cajita de madera, una que pintes vos misma tal vez, toma un olorcito especial aunque esté vacía.
Los elixires que uno toma para estar bien, para hacerse un mimo, son lo más. Y poder ofrecerlos para que otro se ponga bien es todavía mejor.

Jonathan dijo...

buena onda!