otra vez volví "como loca" de las muestras de teatro. no sabría cómo explicar lo que me pasa, no sé por qué me sucede, pero salgo absolutamente desquiciada-como-quién-diría, salgo con muchísima energía. sin ir más lejos, hoy hice las 5 cuadras que me restaban desde que bajé del bondi hasta llegar a casa a un paso nunca visto. no estaba corriendo, claramente, pero caminaba muy rápido (lo cual puede ser absolutamente justificable por el frío de merda que hace), y mis pensamientos iban igual de acelerados que mi andar. cualquier cosa que pasara por mi cabeza era transformada en una sonrisa o un chiste interno (interno porque estaba sola). amo estos momentos, los quiero para siempre, aunque de repente sería demasiado desgastante vivir en estado de éxtasis.
es que hoy vi monólogos de teatro clásico y me gustaron t o d o s. el último fue alucinante. Medea interpretado por una chica de 20 años, que no hizo como que sino que se transformó en Medea, y durante toda la escena sintió como tal. me pareció genial, me dejó con la boca abierta y me llenó de energía. pero sobre todo me alucinó que una persona tan joven pudiera ponerse tan bien en la piel de una mina que mató a sus hijos, pensando que muy lejos está ella de tener esa vida.
aplausos y sonrisas.
e ignauguro una nueva etiqueta que se va a llamar "teatro", ya que este fabuloso estudio de formación de actores me está causando un caudal de sensaciones, que necesariamente debo plasmar.
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